La psicoterapia es un espacio de encuentros del paciente con él mismo, con sus partes olvidadas y desconocidas y de manera simultánea con un otro, el terapeuta. Desde el punto de vista Humanistra y Transpersonal en conjunto con mi criterio y experiencia les explicaré una visión de qué es lo que sucede en este tipo de Psicoterapia y cómo el resultado es una manifestación de encuentros, un espacio de encuentros.
El encuentro con el Yo y su historia.
En primera instancia la persona se encontrará con aspectos suyos a los que no le ha puesto atención normalmente, pero que requieren ser observados. La mayoría llega a terapia con una definición de ellos mismos y del mundo bastante reducida. Una visión que se generó en la infancia, a partir de lo que los padres condicionados por la cultura, les enseñaron sobre lo que es bueno y malo, lo permitido y lo no permitido, lo adecuado y lo inadecuado.
La intención no es culpabilizar a los padres, sino que sólo durante el proceso terapéutico la persona logre observar cómo es que ha llegado hasta aquí, a ser quien es hoy, a observar sus condicionamientos, su manera automática de ser, sus creencias y la visión que tiene de sí mismo y el entorno.
"Entonces la psicoterapia implica encontrarse con los condicionamientos generados a partir de tu educación y experiencias, para luego desidentificarte de aquellos".
Esa imagen creada de sí mismo y que se ha convertido en su realidad, en psicología le llamamos el Falso Self. La ha creado para mantener el amor de sus padres, y la comodidad del entorno conocido. Los padres inconscientemente a través de sus aprecios y desprecios sobre su conducta y/o emociones le van mostrando lo que en su opinión (...) es digno o no digno de amor. La persona se acomoda a esa forma, eso lo llamamos la experiencia de apego. Luego nos vamos haciendo adultos y ya no es necesario tal apego, pues ahora podemos pararnos en nuestros propios pies y decidir por nuestra cuenta. El problema es que se han establecido patrones que requieren de un proceso para poder modificarlos.
El encuentro con el verdadero Yo
El paciente llega con una sensación de incongruencia interna. Por un lado la vida le invita a ser quien es realmente y siente un impulso a que eso ocurra, pero aún funciona de una manera antigua identificado con patrones establecidos desde la infancia y/o no tiene la energía suficiente para realizar los cambios que necesita.
"El ego sufre y no quiere ver la realidad, pero hay otra parte de uno que es más sabia, que confía y sabe que necesita desapegarse de la imagen que ha construido porque necesita mostrarse y desarrollarse".
Entonces la psicoterapia implica encontrarse con los condicionamientos generados a partir de tu educación y experiencias, para luego desidentificarse de aquellos. Cuando te desidentificas, que implica decir: “en realidad yo no soy esto”, surge muchas veces una sensación de vacío, pues también te dices: “¿entonces quien soy?”. Si bien surge un vacío, muchas veces es acompañado de una sensación de libertad, pues ahora puedes ser quien se te plazca. Es una aventura que implica descubrirse y encontrarse con el verdadero sí mismo.
Para algunos es muy difícil ir al encuentro con la sombra, con los miedos, las trancas, este proceso a veces lo describo como el proceso de "bajar al infierno para soltar las cadenas" y que así se logre la verdadera liberación. Suena fuerte, pero garantiza una posibilidad real de liberarse de todo eso. El ego sufre y no quiere ver la realidad, pero hay otra parte de uno que es más sabia, que confía y sabe que necesita desapegarse de la imagen que ha construido porque necesita mostrarse y desarrollarse. Este proceso es llamado la "maduración".
El encuentro con un otro.
La psicoterapia también implica un encuentro con un otro, que es el terapeuta. Éste acompaña el proceso de ir hacia las profundidades de la sombra, te ayuda a que veas lo que no puedes ver por ti solo y te invita a explorar y experimentar nuevas formas de ser y de estar. Formas que se acercan cada vez más a tu esencia o forma auténtica de ser. Se acude a la empatía para poder comprenderte y para que te puedas comprender a ti mismo, te acepta sin juicios ni evaluaciones de manera que puedas explorar, sin miedo al rechazo, nuevas formas de ti mismo. También frustra o confronta aquellas actitudes infantiles que no te permiten crecer y avanzar, que por lo general tienen que ver con la queja, la victimización y la falta de responsabilidad contigo mismo (esta responsabilidad se refiere a hacerse cargo de quien eres, no al “deber ser”).
La psicoterapia es un espacio para que ocurra el crecimiento, el desarrollo personal y lo que más me gusta a mí que ocurra; el contacto con la autenticidad, transformarse en lo que realmente eres, eso es sin duda un gran paso hacia la sanación y el bienestar.
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